domingo, 26 de agosto de 2007

Amor Plátonico


Cuando nació Afrodita los dioses celebraron un festín, en el que entre los invitados estaban el hijo de Metis (la Prudencia) y Poro (el Recurso). Una vez terminado el ágape, se presentó a mendigar, como era acostumbrado al celebrarse un banquete, Penía (la Pobreza), quedándose en la puerta. Poro, embriagado, entró al jardín de Zeus y en el sopor de la borrachera se quedó dormido. Penía al verlo, movida por la desesperanza de su pobreza, planteó tener un hijo de Poro, el Recurso: se acostó junto a él y concibió al Amor. Por esta razón, el Amor es "acólito y escudero" de Afrodita, por haber sido engendrado el día de su nacimiento.

El Amor es también enamorado de la naturaleza de lo bello, por ser Afrodita muy bella también. Pero como aparte de ser hijo de Poro lo es también de Penía, el amor vive en la pobreza y lejos de ser delicado y bello, como generalmente se supone, es rudo y escuálido, anda descalzo y carece de hogar; se acuesta en el suelo, duerme en el marco de las puertas o en los caminos. Por la condición de su madre es compañero inseparable de la pobreza; pero por otra parte, por la condición de su padre, el Recurso acecha a los bellos y a los buenos: es valeroso, intrépido y diligente. Es un cazador temible, que siempre urde alguna trampa. Por su naturaleza no es mortal, pero tampoco inmortal, sino que vive en un mismo día a ratos florece y muere y nuevamente revive gracias a la naturaleza heredada de Poro. Lo que se le da se le escurre de las manos como el agua, de manera que el amor jamás es rico, aunque tampoco pobre. Se encuentra en el termino medio entre la sabiduría y la ignorancia.


Estoy confundido, el amor parece presentarse siempre con dos caras. Hay muchos tipos de amor, pero estas misteriosas fuerzas duales son las responsables de la locura intrínseca de este sentimiento. Los peores crímenes han sido sin duda cometidos por amor. ¿No es verdad?

Estaba revisando viejos libros guardados en mi casa, cuando derrepente me encuentro con esta joyita - la wea buena! - fue lo primero que pensé. Aunque después de darle unas vueltas me arrepiento un poco de tan optimista frase inicial, porque es una lata pensar objetivamente en el amor, es casi como rebajarlo encuadrándolo en un lógica operacional básica. Lo que es choro en cambio, es sentirlo y que se transforme en la fuerza que "mueve al sol y las demás estrellas"... lamentablemente no todo (gracías a dios) resulta como uno cree que deberían ser la cosas, así que (paradójicamente) prometo publicar en algún tiempo más una historia que motive el entendimiento de algo que quizás no valga la pena leerlo... snif.

Ahora me despido porque ya me dió sueño. Ademas hace frío. Y estoy como quejumbroso...

Chaolin-pin-pin.